La III Guarra Mundial
La III Guarra Mundial
A continuación, transcribimos íntegramente
un artículo publicado en Wikipedia a las doce del mediodía del 25 de enero de
2025 y eliminado pocas horas después. Se cree que la CIA está detrás de este nuevo
acto de censura. No nos hacemos responsables de la veracidad del contenido de
este artículo, cuyas fuentes no hemos verificado. Únicamente nos mueve a
publicarlo el afán de divulgación.
La III Guarra
Mundial
La III Guarra Mundial es un
conflicto político, social y económico iniciado en los primeros años del siglo
XXI y que dura hasta la actualidad. El nombre de sus contendientes a día de hoy
sigue sin ser conocido por la opinión pública, pero la historiografía y la
politología actual los viene denominando de la siguiente manera: Mosca I
(Norte), Mosca II (Sur), Mosca III (Este), Mosca IV (Oeste) y Mosca V (Centro).
El origen del conflicto se sitúa
en el descubrimiento de la coproproteína, obra del científico italiano
Punsetini. Se trata de una proteína presente en las heces de algunos mamíferos,
entre los que se encuentra el ser humano. La coproproteína sintetizada sirve
como potente combustible para el motor de explosión, y además tiene un poder
destructor 10 veces mayor que el uranio enriquecido.
Tras este descubrimiento, los 5
contendientes comenzaron a pugnar encarnizadamente por ejercer el control sobre
la producción mundial de heces. El número de víctimas que hasta el momento ha
causado el conflicto oscila tanto que todo afán de rigor es pura utopía. Los historiadores
dan unas cifras que van de los cien mil millones al millón de millones de
personas. Sí podemos afirmar que la práctica totalidad de estas víctimas no
participaba activamente en el conflicto. Se trata, pues, de víctimas
colaterales.
Como contrapartida a esta lucha
por ejercer el control sobre la defecación mundial, surgieron en algunos
territorios (sobre todo en las zonas de influencia de Mosca III y Mosca V) una
serie de grupos revolucionarios opuestos a las pretensiones totalitarias de las
Moscas. Mientras que la identidad de las Moscas es prácticamente desconocida, el
nombre de estos grupos, así como el de sus miembros, ha sido ampliamente
difundido por los medios de comunicación controlados por los contendientes
mosquiles. Estos grupos opositores han sido acusados de terrorismo en varias
ocasiones, y algunos de sus miembros han sido procesados por la justicia. Sin embargo,
se cree que estos grupos considerados terroristas no son más que grupos
propagadores de ideas anti coprocráticas.
Los principales grupos opuestos al
régimen mosquil son: GACH (Grupo Armado contra el Control de las Heces),
PRAC (Plataforma Revolucionaria Anti Coproproteína), MAPLIM
(Movimiento Alternativo Por la Liberación de los Mamíferos) y Toma tu Hez.
De estos grupos, solamente el GACH ha sido procesado formalmente por uso
indebido de la violencia, al haber hecho saltar por los aires un depósito de
heces controlado por Mosca I. Los miembros del resto de grupos que se
encuentran en prisión son considerados presos políticos.
Auspiciados por estas
organizaciones, ha surgido todo un movimiento social contra el control totalitario
de la coproproteína. Sin embargo, la mayor parte de la ciudadanía sigue
teniendo la percepción de que estos grupos arriba mencionados, y las personas
que los apoyan, son peligrosos radicales contrarios al sistema coprocrático. Según
las últimas encuestas realizadas por El
Vertedero (periódico de gran tirada publicado en la zona de influencia de
Mosca V), el 99.9% de la población se siente más seguro si es la Mosca de su territorio
quien ejerce el control de la producción mundial de heces. Asimismo, el 88.6%
de la población encuestada piensa que estos grupos anti coprocráticos sólo
pretenden desestabilizar el orden mundial. El 64.3% añade, además, que sus
miembros son personas sin estudios y con un marcado cariz violento.
Situación geopolítica
previa al descubrimiento de la coproproteína
La principal característica de la
situación global en la era pre coprocrática es la división del mundo en 5 zonas
de influencia, que son: Norte, Sur, Este, Oeste y Centro.
Estas 5 grandes zonas de
influencia estaban, a su vez, conformadas por diversos Estados nacionales. La población
nunca llegó a tener conocimiento de quién tomaba las decisiones en su propia
zona de influencia, ya que el líder cambiaba cada cierto tiempo sin que la
ciudadanía fuese informada. La historiografía ha denominado a los jefes de las
zonas de influencia res mutabilis. Sin
embargo, los líderes territoriales de los Estados nacionales eran bien
conocidos por la población. Con una frecuencia que oscilaba entre los 4 y los 7
años, se celebraban comicios donde los aspirantes al liderazgo territorial
exaltaban valores nacionales (unos) y valores de hermandad con otros pueblos
(otros). Un mes antes de la celebración de dichos comicios daba comienzo la
campaña, sufragada a partes iguales por los propios contribuyentes, por el
líder de la zona de influencia y por una caja de dinero en B. El origen de este
dinero en B solían darlo a conocer los medios de comunicación afines al
candidato perdedor, siempre varios meses o años después de la celebración de
los comicios.
Los grupos contrarios a los
líderes de los Estados nacionales solían pujar para convertirse ellos mismos en
líderes de los Estados nacionales. Si alguno, por ventura, lo conseguía,
comenzaba de inmediato a colaborar estrechamente con los líderes de las zonas
de influencia, contradiciendo, por lo tanto, su programa político primigenio. En
algunos casos, este programa político primigenio había sido diseñado
directamente por un grupo de res
mutabilis. En estos casos, el grado de colaboración entre el líder electo y
el res mutabilis era, pues, muy alto.
Por otro lado, los movimientos
contrarios a los res mutabilis eran
incluidos en la lista de grupos terroristas. Se llegó a dar el caso de que
algunos líderes organizaron ataques terroristas en su propia zona de
influencia, para acusar después de ellos a los grupos opositores. Ver Atentados
11-S y Atentados
11-M.
El descubrimiento
de la coproproteína y el inicio de la era coprocrática
El 15 de septiembre de 2008,
el fisiólogo italiano Giovanni Punsetini, con el apoyo del bioquímico polaco
Esvelzekovitch y del físico nuclear argentino Machiaveli, logró sintetizar el
principio activo de la coproproteína. Las principales consecuencias científicas
de este descubrimiento son:
—el diseño de un tipo de
combustible de gran potencia basado en la coproproteína;
—el desarrollo de fertilizantes basados
en la coproproteína (el uso de estos fertilizantes hacía que las frutas y las
verduras desarrollasen un tamaño apto para la venta en el transcurso de 10
minutos);
—el descubrimiento de que la
fisión de los átomos que conforman la coproproteína, unida a un posterior
proceso de centripetación, genera una fuerza destructora 10 veces superior al
uranio enriquecido.
Los tres científicos obtuvieron
conjuntamente el Premio Nobel de Física y el Premio Nobel de la Paz. Estos
premios fueron entregados por el líder de un Estado nacional perteneciente a la
zona de influencia Oeste. Dicho líder era mundialmente conocido por tener la
piel de un color, por no cometer errores sintácticos o semánticos al usar su
lengua materna (el inglés) y por ser relativamente atractivo. Su antecesor
había sido muy criticado por tener la piel de otro color, por no mantener la
debida observancia a la gramática de su lengua y por tener un aspecto físico un
tanto grotesco. Estos dos líderes nacionales, junto con infinidad de líderes
anteriores, en virtud de una serie de pactos tácitos milenarios, debían apoyar
incondicionalmente y suministrar armamento a uno de los Estados nacionales de
la zona Este. Este armamento era usado contra otro de los Estados nacionales de
la zona Este. Este segundo Estado, a su vez, recibía apoyo y armamento de
algunos Estados nacionales de la zona Sur, pero en menor cuantía. Este conflicto
interno se vio enormemente agravado tras el descubrimiento de Punsetini.
Tras el descubrimiento de la
coproproteína, los 5 res mutabilis a
cargo de las 5 zonas de influencia se metamorfosearon en Moscas y empezaron a
pujar para hacerse con el control de las reservas de heces de las otras zonas. Esto
provocó una desestabilización del orden mundial. Los res mutabilis deseaban tener un mayor poder sobre las políticas
internas de los Estados nacionales; por ello, se vieron obligados a hacer
concesiones a los líderes de los Estados nacionales. Estas concesiones
mayormente se tradujeron en un suministro casi inacabable de orgías, drogas y rock and roll. El pueblo solía tener
conocimiento de los escándalos de la zona de influencia de al lado, pero rara
vez de los escándalos protagonizados por los líderes de su propia zona. El líder
nacional de uno de los territorios controlados por Mosca V fue excesivamente
ostentoso, de manera que la ciudadanía de su Estado llegó a tener conocimiento
de esta vorágine de orgías y bótox a través de la prensa de su propio Estado
nacional. Debido a esto, dicho líder fue depuesto por Mosca V, quien consideró
que no era necesario celebrar unos comicios. En lugar del líder ostentoso,
Mosca V colocó a otro más sobrio y que sacaba mejores notas en el cole.
La ciudadanía que habitaba las
zonas de influencia Centro y Oeste, y parcialmente también la de la zona Norte,
tras años de pan, paz, buenrollismo y
telebasura, no sabía de dónde le venían las hostias, y su única afán era capear
el temporal, pagar la hipoteca, defraudar a Hacienda en la medida de lo posible
y matricular a sus hijos en un colegio concertado. La población de la zona
Suroriental se levantó contra los líderes territoriales, los cuales fueron
inmediatamente depuestos por los res
mutabilis. En su lugar colocaron a otros más bonitos y que olían mejor.
En la zona de influencia Este los
líderes ostentaban el poder omnímodo, de manera que la población sólo soñaba
con no morir de un sobresfuerzo o de un disparo de la mafia, y con conseguir
ahorrar lo suficiente para poder poner una tienda de alimentación en
Torremolinos.
Status quo actual y previsiones de futuro
En la actualidad, las Moscas de
las 5 zonas de influencia pugnan arduamente por el control de la producción
mundial de heces. La tensión alcanzó un punto álgido cuando Mosca IV mandó
publicar en los medios de comunicación de la zona mundo que sus soldados habían
asesinado y arrojado al mar a un importante líder territorial de la zona de Mosca
III. Posteriormente se supo que todo había sido un montaje, y que dicho líder
no sólo no estaba muerto, sino que se mete rayas en el Pachá de Malasaña todos
los fines de semana con Mosca I, Mosca II, Mosca III, Mosca IV y Mosca V. (Este dato está pendiente de revisión)
La preponderancia de una Mosca
sobre otra suele variar en función del Euribor, el Índice Nikkei y el estado de
ánimo de José Mourinho. No hay, pues, mucho espacio para la esperanza. Siendo realistas,
las previsiones de que el orden mundial se estabilice son nulas.
Los soldados al servicio de
cualquiera de las Moscas luchan contra los soldados al servicio de cualquiera
de las otras Moscas. Cuando mueren, sus familiares los lloran, se les hace un
funeral de Estado y se cubre su féretro con una bandera nacional comprada en el
Todo a Cien. A veces, cuando existe un grupo de presión, sus familiares reciben
una indemnización y hasta salen por la tele.
Actualmente, se prevé un estallido
violento en la zona de influencia de Mosca III. Este conflicto lo librarán, por
un lado, los ejércitos de Mosca I, Mosca IV y Mosca V (ejércitos que, en
previsión de lo que pudiera pasar, ya se federaron en 1948) y por otro lado
los de Mosca II y Mosca III. Las consecuencias de este conflicto son
imprevisibles. La ventaja de los habitantes de las zonas de influencia Norte, Oeste
y Centro consiste en que podrán olvidarse del conflicto cambiando de canal.
FIN
Hija mía. Es tan difícil encontrar cosas interesantes y bien escritas en Internet que por lo pronto te sigo. Y como mínimo te leo.
ResponderEliminar¡Gracias! Estos textos no brotan de mi sucia mente. Me los dicta un duende llamado realidad.
ResponderEliminar